“DONDE NO HAY TRABAJO NO HAY DIGNIDAD”
Las HERMANDADES DEL TRABAJO, con motivo del Primero de Mayo, fiesta del trabajo, ante las dificultades económicas y sociales de tantos trabajadores y sus familias, queremos seguir transmitiendo unas palabras de denuncia, aliento y esperanza. Conscientes de nuestro compromiso con el mundo del trabajo, nos sentimos llamados a discernir el momento presente y a seguir dando una respuesta solidaria según nuestras capacidades. La crisis que actualmente vivimos los ciudadanos de España y de Europa, tiene que ser afrontada, principalmente, desde sus causas y desde sus víctimas; para lo cual es necesario establecer un juicio moral que permita encontrar el camino adecuado para su solución. No es nuestra responsabilidad proponer soluciones técnicas, pero sí forma parte de nuestra misión iluminar, con la doctrina social de la Iglesia, los graves problemas de la crisis poniendo en el centro la verdad del ser humano y sus derechos. Hoy la cuestión del trabajo y del trabajador se ha convertido en una cuestión moral y antropológica.